Aroma de textura escrita

Quisiera que este blog fuera una hoja en blanco y sin título para poder re-crearlo libremente cada vez. Su título, su fondo, su formato, sus posts anteriores lo definen y me limitan. Me constrinen, me agobian, me obligan. Y quisiera que este blog no fuera un blog y estuviera abierto a la vida y al cambio. A la audacia de vivir con cierta desmesura e incongruencia.

Quisiera que este blog fuera una hoja en blanco y crear un nuevo fondo y una imagen o varios dibujos cada vez. Escribir con colores y texturas diferentes. Arrugar con las manos esa hoja escrita, hundirla en agua de rosas, ponerla a secar a la orilla del mar y regalártela en forma de pastel de rosas de navidad.

Feliz Navidad! (A ti que la celebras, a ti que no la celebras.)

El inexistente momento

Qué absurda soy a veces. Qué doblemente absurda cuando me doy cuenta de lo absurdamente que me estoy comportando y así y todo no dejo de hacerlo al instante. Qué absurdo cuando espero el (inexistente) momento perfecto para hacer algo.

¿Has esperado alguna vez a tener otro trabajo para intentar ser feliz y mientras te has conformado con "sobrevivir"? O, has esperado a estar más delgado o más fuerte o a tener otra vida? O a estar con esa persona soñada pero inalcanzable para sentirte pleno? O a vivir en otra parte, en otra ciudad, en otro barrio o en otra casa?

Hay que asumir riesgos. Aceptar la responsabilidad. Empezar a hacer, aunque no sea el (inexistente) momento perfecto.